4.24.2015

C5_La metodología didáctica conductista

   El conductismo se basa en los cambios observacionales en la conducta de los sujetos y se enfoca hacia la repetición de patrones de conducta que se realizan de forma automática. El funcionamiento de esta metodología ha sido puesto en duda en muchas ocasiones ya que solo se tienen en cuenta conductas medibles, o cuantitativas, dejando de lado las conductas no observables. Además, el aprendizaje es poco duradero, ya que por muchas veces que se repitan los conceptos no se aprenden si no se llegan a asimilar y los estudiantes no llegan a comprender el motivo de aprendizaje. Las teorías conductistas han tenido una gran influencia en el desarrollo de la concepción de la enseñanza tradicional, cuya metodología se basa en la repetición y memorización.

   El conductismo es una corriente psicológica que fue inaugurada por John Watson, que ya defendía el empleo de procedimientos experimentales para estudiar el comportamiento observable y negaba toda posibilidad de utilizar otros métodos subjetivos como la introspección. Este enfoque está muy influido por Iván Pavlov, padre del conductismo clásico y su reflejo asociado, basado en el condicionamiento animal. Es conocido su experimento con comida, un perro y una campana, mediante el que consigue condicionar al perro para que asocie el sonido de la campana con la comida.
 
    Pero el verdadero auge de la terapia del comportamiento no llegó hasta después de la Segunda Guerra Mundial con las investigaciones de Skinner, quien aplicó de forma práctica sus teorías en la educación, y elaboró varias teorías reconocidas basadas en la enseñanza programa. Esta forma de enseñanza mantiene que el aprendizaje debe ser programado teniendo en cuenta las diferentes fases de estímulo, respuesta y refuerzo, además de secuenciar en partes más pequeñas de forma que se puedan introducir un mayor número de refuerzos que favorezcan el aprendizaje. Según la teoría conductista o de condicionamiento operante de Skinner se lograba aumentar o disminuir las conductas de los estudiantes mediante refuerzos. Para aumentar una conducta positiva se le aplica un reforzamiento positivo, a modo de premio tras una respuesta positiva, o un reforzamiento negativo, tras una respuesta positiva se elimina algo que al estudiante no le guste hacer. Así para disminuir una conducta negativa se pueden aplicar dos tipos de castigo, por presentación mediante una acción punitiva directa o por supresión eliminando algo que satisfaga al estudiante.
 
   Las teorías de Skinner tuvieron mucha influencia en la investigación pedagógica posterior, dando lugar a nuevas teorías como la de programación intrínseca de Crowder basada en el análisis de los errores, o la de programación complementaria de Pressey, que utilizaba tests objetivos. Además, a partir del concepto de programación se reformaron los currículos educativos y los contenidos de las diferentes asignaturas que se impartían en las escuelas, dando lugar a la segmentación de estos contenidos en unidades didácticas.
 
    En cuanto a los estudiantes el conductismo los considera como mentes en blanco que deben recibir toda la información del maestro, cumpliendo las órdenes de este. Es por tanto totalmente dependiente del maestro y requiere una constante aprobación de sus actos. Se les supone como entes pasivos en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Además, el conductismo no tiene en cuenta la interacción entre ellos, considerándolo irrelevante para el aprendizaje.
 
   Los docentes son los que tienen todo el conocimiento y son el centro de autoridad, centralizándose todo el proceso de enseñanza-aprendizaje sobre ellos. Sus funciones serán las de diagnosticar a los estudiantes, diseñar las técnicas de enseñanza y conducirlas a lo largo del proceso, siendo un proceso individualizado para cada uno de los estudiantes.
 
   Como conclusión, considero que la metodología didáctica conductista está en la actualidad muy desfasada, y no es aplicable en los tiempos en los que vivimos. Un proceso de enseñanza-aprendizaje basado en la repetición y la memorización no es adecuado ya que los estudiantes no asimilan los conocimientos y por tanto los acaban olvidando. Además, esa imagen del maestro como único poseedor del saber en la sociedad de la información y el conocimiento actual no puede darse, ya que los estudiantes tienen a su alcance toda la información, y el maestro debe ser el que les enseña a escoger que conocimiento es relevante y cual no lo es. Los estudiantes se han convertido en jóvenes mucho más autónomos y las interacciones entre ellos son básicas en el proceso de aprendizaje. Aunque como punto positivo del conductismo hay que remarcar la enseñanza individualizada, el análisis de los casos en particular y el diseño de las técnicas de enseñanza de forma personal.
 
Referencias
 
Chávez Arcega, Ignacio (2009). Conductismo, cognitivismo y diseño instruccional.
 
Romero Tena, Rosalía. Estrategias de E-A en la toma de decisiones para la elaboración de Unidades Didácticas.
 
Ardila, Rubén (2013). Los orígenes del conductismo, Watson y el manifiesto conductista de 1913. enRevista Latinoamericana de Psicología, 45 (2), 315-319.